COLON, ENTRE RIOS: “CIUDAD PARAISO”
TERMAS, PESCA, CASINO, REPORTES NAUTICOS, EL PALMAR, PALACIO “SAN JOSÉ” Y MUCHO MAS
Colón
es una ciudad turística por naturaleza ya que conserva la tranquilidad de una
pequeña población, con suaves ondulaciones y calles con tupidas arboledas que
ayudan a convertirla en un hermoso balcón natural a la vera del río Uruguay, en
la provincia de Entre Ríos.
Conocida
popularmente como "Ciudad
Paraíso", ofrece todas las condiciones para el descanso, esparcimiento
y diversión del visitante en medio de bellos paisajes, dignos para ser
disfrutados al aire libre.
Hablar
de la historia de pueblos y ciudades entrerrianas involucra sin duda la figura,
cuestionada por muchos estudiosos, del Gral. Justo José de Urquiza.
La
ciudad de Colón fue fundada por el mismo Urquiza, el 12 de abril de 1863.
Colón
tuvo marcado su destino turístico desde aquel día, cuando el fundador expresó
en su proclama que ubicaba la villa "en
el más bello recinto de las hermosas riberas del Uruguay".
Los
primeros habitantes principalmente provenieron de la Colonia San José,
núcleo urbano formado años antes por el mismo Urquiza con
inmigrantes suizos y franceses, donde arribaron tras desembarcar en
1857 en la Calera de Espiro, actual emplazamiento portuario de Colón.
Eran colonos que
provenían de los cantones suizos, de Saboya o del Piamonte.
Dedicados
a la actividad agrícola ganadera, fueron acercándose a la zona
aledaña al puerto, para agilizar la comercialización de los productos.
Al
incrementarse cada vez más el número de habitantes en ese sector, el general Urquiza
consideró necesario la creación de un nuevo poblado en las inmediaciones de la
Calera Espiro.
Está
unida a la ciudad de Paysandú (Uruguay) por un puente internacional.
La
ciudad hoy conserva la tranquilidad de un pueblo pequeño, ideal para el mejor
descanso del turista.
Con
suaves ondulaciones del terreno y calles totalmente arboladas, la ciudad es un
hermoso balcón natural a la vera del majestuoso río Uruguay.
Colón
se encuentra a 295 km de la capital provincial y a 320 km de la capital de la
República Argentina. Se puede acceder a esta región del país a través del
Puente Zárate-Brazo Largo, que se conecta con la Ruta Nacional Nº12, luego
empalma con la Ruta Nacional Nº14, hasta el destino.
Desde
Uruguay se logra llegar por medio del Puente Internacional General Artigas que
une a Colón con la ciudad de Paysandú, del vecino país.
Lugar
ideal para los amantes del sol, posee playas con suaves declives e islas con
arenas blancas que se prestan para la contemplación de las bellas vistas y
paisajes que el río Uruguay entrega.
En
este sector se desarrolla una gran actividad de pesca y deportes náuticos,
destacándose la práctica de kayak, remo, windsurf, navegación a vela, esquí
acuático y natación.
La
relevancia turística primordial de Colón está dada por estar a escasos
cincuenta kilómetros del Parque Nacional El Palmar, creado para la conservación
de las palmeras Syagrus yatay en una extensión de 8.500 has con arroyos de
aguas cristalinas, exuberante vegetación virgen y bandadas de pájaros
multicolores.
Por
los alrededores de Colón se pueden desarrollar actividades tales como safaris
náuticos utilizando embarcaciones semirrígidas, visitando las islas San
Francisco y Hornos con abundante vegetación y fauna autóctona, o interesantes
safaris terrestres de hasta tres horas y media en 4x4, alcanzando lugares
inhóspitos y sumamente interesantes.
En
la vecina localidad de San José también puede disfrutarse de otro centro termal
y, en los meses de enero y febrero, del fantástico Carnaval de las Palmas en el
corsódromo de San José (fechas 2014: 11 de enero a 15 de febrero).
Colón
se caracteriza por poseer una variada gama de posibilidades, sólo hay que
animarse y descubrirlas.
Se
la considera la Capital Provincial del Turismo, debido a la llegada
de turistas todo el año, atraídos por las cinco playas sobre el río
Uruguay, que suman aproximadamente unos 14 km de arenales,
conformando una de las playas más extensas de Entre Ríos y para las
que se han desarrollado servicios de hotelería y camping.
El principal hotel de la ciudad, el "Hotel Internacional
Quirinale", cuenta con un casino. También existe el turismo
alternativo, realizando tanto safaris náuticos como terrestres,
con embarcaciones semirrígidas o vehículos 4 x 4.
Parque Quirós
Está
ubicado en una de las partes más elevadas de la ciudad, constituyéndose en un mirador del paisaje costero.
Está rodeado de barrancas, senderos peatonales y
escalinatas.
Se han dispuesto sectores destinados al deporte y la recreación tales
como tenis, fútbol, básquet, rugby, aerobics, entre
otros.
Fue construido para que las escuelas lo usen como centro de
deportes, por Herminio Juan Quirós, quien fue diputado desde
1920 y, siendo legislador, fue electo gobernador de Entre
Ríos en 1930.
Molino Forclaz
Fue
creado por el suizo Juan Forclaz, al estilo holandés. Por la ausencia
de vientos fuertes Forclaz modificó el mecanismo
de molienda utilizando un sistema de tiraje por mulas. En 1985
fue declarado Monumento Histórico Nacional.
A
solo 5 kilómetros, encontramos un pequeño paraíso natural; paseamos por el
centro y su zona balnearia. Cuando se ingresa, la plaza General Urquiza es el
principal punto de referencia; rodeada de plazoletas, todo el conjunto es muy
verde, con palmeras, arbolado añejo y florecido. A su alrededor ubicamos la
parroquia principal, la oficina de turismo y la municipalidad. Como primera
colonia agrícola de la provincia, su historia está basada en la llegada de los
colonos y aún mantiene vivas las costumbres e historias heredadas de los
abuelos.
Pero
es sabido que se llega a San José para disfrutar de su entorno paisajístico
exuberante, tanto en sus playas sobre las orillas del Uruguay y como en sus
termas.
Nos
impactó el complejo termal erigido junto a la ribera. Además de sus dimensiones
y las aguas cálidas y beneficiosas con que cuenta, es un ámbito recreativo muy
agradable.
Si
de ánimo festivo se trata, San José tiene motivos para celebrar todo el año. En
octubre la Fiesta Nacional de la Colonización viste de gala la ciudad y llega
gente de todos lados para homenajear el trabajo y cultura llegados de Europa
durante el siglo pasado. Todo es alegría, canto, baile y gastronomía a lo largo
de tres jornadas donde se paraliza el trabajo cotidiano.
La
playa y la naturaleza son los principales ingredientes de Pueblo Liebig, que recibe visitantes todo el año gracias a su
extensa franja de arena sobre el río Uruguay. Con un clima que ayuda a vivir al
aire libre, tomar sol y dejar las preocupaciones de lado, es común ver gente en
traje de baño en la costa.
El
antiguo muelle de pasajeros separa dos playas muy acogedoras y nos instalamos
allí para apreciar la correntada del río. A mediados del siglo XX, momento de
auge comercial del pueblo, la mayor fábrica de carne en conserva del país
despachaba desde allí su mercadería al exterior. Paseos en canoa, excursiones
en lancha o simplemente dorar la piel al sol son las actividades de las cuales
nadie se queda afuera.
El
Club de Pescadores ocupa un espacio de preponderancia, ya que aporta sus
instalaciones para ofrecer camping y bungalows acondicionados para pasar una
estadía tranquila y segura.
Ubajay es el centro del
ecoturismo regional. Al llegar, vimos una localidad quedada en el tiempo; su
gente aún se desplaza a caballo y se sienta en la vereda de su casa a disfrutar
de unos buenos mates. La presencia del aguatero que moja las calles de tierra
es habitual, al igual que el saludo entre vecinos.
Los
amantes del medio ambiente tienen en el Parque Nacional El Palmar un reservorio
único por la cantidad de ejemplares de palmera yatay, a pesar de varios
incendios que casi terminan con su vida.
Refugio
de pájaros multicolores, cruce de arroyos y caminos internos, es un paseo
tradicional de la zona.
Si
algo tienen todas las poblaciones en común es su amabilidad entrerriana y su
mate siempre listo para ofrecer al amigo que llega.
Termas
El
complejo termas de Colón cuenta con 10 piscinas, 4 de ellas
techadas, con unos 36º grados de temperatura.
Sus aguas terapéuticas estimulan las funciones celulares, aumento del
sistema inmunológico general, de la piel y
las mucosas.8
El
visitante disfrutará de las aguas en un microclima de calma y confort. El
complejo de piletas le permiten sumergirse y relajarse dejando que mientras
tanto las propiedades del agua actúen. Ubicadas en un excepcional entorno de
tranquilidad y naturaleza, en verano y en invierno para el descanso y la
reconstitución psicofísica, Termas de Colon el sitio indicado para quebrar la
rutina y fugarse de lo cotidiano.
Puerto
.
El Puerto de
Colón está en el km 216 de la margen derecha del río
Uruguay.9 No existen antecedentes de haberse segado la zona portuaria, no
siendo necesario su dragado con periodicidad. Los dragados
del canal portuario se hallan a cargo del Distrito Río Paraná. Pueden
operar buques de cabotaje fluvial de hasta 60 mde eslora,
de a uno a la vez debido a que el muelle central está inhabilitado y
el muelle bajo obstaculizado por un buque hundido y dos en andana. Admite, uno
amarrado al muelle alto y dos en andana. Los movimientos de embarcaciones
menores se llevan a cabo en la Caleta Deportiva.
Parque Nacional El
Palmar, Colón, Entre Ríos
El
Parque Nacional El Palmar posee una superficie de 8.500 hectáreas y se
encuentra en el centro-este de la provincia de Entre Ríos, entre las ciudades
de Colón y Concordia, sobre la margen occidental del río Uruguay.
Por
su cercanía con los grandes centros urbanos del país y lo pintoresco de su
paisaje, es uno de los más visitados y conocidos de nuestra geografía. Como
atractivo, a los palmares se suman los bosques en galería que pueblan las
márgenes de los ríos, la belleza del río Uruguay y la multiplicidad de su
fauna.
Desde
el año 1965 esta área protegida conserva en un relieve suavemente ondulado un
sector representativo de los palmares de yatay. En otras épocas, estas
formaciones de palmeras se extendían hasta las provincias de Santa Fe y
Corrientes, pero los cultivos y el pastoreo excesivo redujeron notablemente sus
zonas de crecimiento.
Esta
planta es autóctona y crece en grupos de edades homogéneas hasta alcanzar los
18 metros de altura. Sus hojas arqueadas de color verde ceniciento con flores
amarillas y frutos anaranjados y dulces, se encuentran asociadas a los suelos
arenosos.
Los
entornos naturales del Parque Nacional El Palmar son característicos del
espinal, donde predominan estos palmares con pastizales que forman un
ecosistema único, con alimento y refugio a numerosas especies de culebras,
víboras como la yarará, roedores y aves típicas como el carpintero blanco y el
real. También puede verse al gato montés persiguiendo algún depredador.
Contiguos
a las palmeras de yatay florecen los arbustos de chilcas y las distintas
margaritas. Continuando las ondulaciones del terreno los bosques de yatay se
van raleando hasta dejar paso a las sabanas, intercaladas por el espinillo, el
tala y el retorcido ñandubay donde transitan ñandúes, hurones y zorrinos, entre
otros animales.
Los
pastizales que cubren las suaves pendientes se desplazan hacia los pajonales de
los terrenos más bajos e inundables, formando ambientes acuáticos también muy
ricos en diversidad animal, con batracios y aves como el chiflón, el pecho
amarillo y el ipacaá. Aguzando el sentido se podrán observar tortugas pintadas
asoleándose sobre un tronco en la laguna.
Cerca
del área de acampe crece el monte xerófilo, una formación densa y baja donde
crecen molles, espinillos, aromos y ñandubays, con arbustos y enredaderas como
la pasionaria o mburucuyá. Este lugar es el hábitat del cacholote castaño, un
pájaro de la familia del hornero que fabrica grandes nidos. Además de los
dóciles zorros del monte, también son comunes las cotorras que construyen su
guarida colectiva con ramas espinosas, distribuyendo un compartimento para cada
pareja. Estas amplias pajareras llegan a tener 20 cubículos, superan los 2
metros de diámetro y pueden pesar hasta 200 kilos.
Las
tupidas costas del río Uruguay cuentan con sectores de barrancas de 15 metros
de altura. A esta prolongación empobrecida de la selva misionera se la nombra
selva en galería, con una multiplicidad de plantas en la que abundan las
mataojos, mirtáceas como el guayabo colorado, enredaderas y lianas. Las
epífitas como el clavel del aire y barba de viejo se encuentran junto al
arrayán del norte y el laurel, entre otros árboles.
Entre
las 160 especies de aves que se refugian en estos bosques se encuentran el
arañero de cara negra y el pitiayumí. Los arroyos de poco caudal que desembocan
en el río Uruguay, entre los que se destacan El Palmar y Los Loros, albergan al
roedor más grande del mundo: el carpincho, además del lobito de río, el coipo o
mal llamada nutria y aves acuáticas como el biguá y martín pescador.
En
los días más calurosos del verano, los lagartos overos salen de sus cuevas para
descansar en las zonas cercanas al camping. Por las noches, estos lugares son
recorridos por las vizcachas.
Otro
animal nocturno es el vampiro, un murciélago que se mueve en bandadas y se
alimenta de la sangre del ganado doméstico.
Los
pastizales que ocupan las suaves pendientes, se confunden con los pajonales de
los terrenos más bajos e inundables, formando ambientes acuáticos de increíble
riqueza faunística, que albergan batracios y bellas aves como el Chiflón, el
Pecho Amarillo y el Ipacaá entre otros. Si observamos con detenimiento,
encontraremos a Tortugas Pintadas, tomando sol sobre un tronco en medio de una
laguna. En las cercanías del camping hallaremos una formación densa y baja, el
Monte Xerófilo, en el que crecen el Molle, Espinillos y Ñandubayes, junto a
numerosos arbustos, adornados por enredaderas como la Pasionaria o Mburucuyá.
Aquí es común observar a los Zorros de Monte.
También
existen especies exóticas que proliferan en el Parque Nacional El Palmar, como
el jabalí europeo, que destruyen los nidos de las aves y consumen los retoños
de las plantas autóctonas. De las plantas, un árbol invasivo es el paraíso,
originario de Asia, que se difundió rápidamente sobre los montes naturales.
Dentro
del Parque Nacional El Palmar se encontraron sitios arqueológicos cuya
antigüedad rondaría los 1.000 años. Corresponderían a grupos de cazadores
conocidos como indios yaros, posible deformación del nombre charrúa que por ese
tiempo habitaba la zona.
Por
el siglo XV, el proceso de expansión guaraní hacia el sur llevó a estos grupos
a adoptar gran parte de su lenguaje. Pero en 1750 las campañas militares de la
colonia desarticularon estos grupos.
Expulsados
los jesuitas de América, el primer virrey del río de la Plata nombró al señor
Manuel Antonio Barquín, veedor de los campos entrerrianos. Este terrateniente
puso en funcionamiento una fábrica de cal, construida entre los años 1650 y
1767 por los mismos jesuitas. La demanda de este material en Montevideo y
Buenos Aires y el desarrollo del transporte fluvial, determinó el éxito de la
empresa. Esta calera constituye uno de los primeros asentamientos coloniales de
Entre Ríos y es el principal sitio histórico del Parque Nacional.
Palacio San Jose en
Colón, Entre Ríos
*
La fausta construcción…
Este
magnífico edificio es obra manifiesta de uno de los héroes entrerrianos de
mayor envergadura en el ámbito provincial y nacional y en cuyo escritorio se
gestó nada más y nada menos que la Constitución Nacional.
La
construcción, encomendada al italiano Jacinto Dellepiane, quien al poco tiempo
abandonó la labor por motivos que se desconocen, fue concretada por los
hermanos Fossatti -uno arquitecto y el otro escultor-, acompañados de
tallistas, pintores, un jardinero y un herrero, todos extranjeros.
Tras
nueve años de edificación (1848-1857), se consagraría para siempre como una de
las obras argentinas de mayor suntuosidad. Además de haber tenido el privilegio
histórico de ser la primera casa del país en contar con agua corriente y ser
iluminada con gas acetileno.
Su
propietario la llamó Posta San José, pero con el tiempo, su exquisitez y
firmeza hizo que los visitantes comenzaran a llamarla “El Palacio”. La estancia
llegó a tener 2.500 hectáreas, de las cuales 20 estaban destinadas a parques,
jardines y una gran quinta de frutales. En medio de éstos, aparece aún el casco
principal en cuya suntuosa arquitectura se adivina una armónica mezcla de
estilo renacentista italiano.
Visitas
guiadas…
Para
conocer este imponente edificio se organizan visitas guiadas. Los amantes de la
historia, ávidos de conocer en su fibra más íntima los hechos que marcaron
huellas en el destino de la Nación Argentina, encontrarán en este sitio un lugar
en el que el tiempo se ha suspendido allá por el 1800.
Sus
enormes habitaciones, salas, cocinas, pasillos y galerías han quedado tal como
estaban dispuestas a la muerte de su dueño. El silencioso misterio que se
esconde en muebles, muros y efectos personales de la familia hace de este
majestuoso lugar un reducto de incalculable valor, en donde el viajero podrá
escuchar historias susurradas por los rincones del mágico condominio.
En
los patios, que se conservan según la disposición original, pueden apreciarse
anquilosadas estatuas de cuyos rígidos gestos parecen brotar un sinnúmero de
anécdotas de más de 150 años de existencia. Se alzan allí además imponentes
jaulas vacías, en las que en otra época de lujo y esplendor habitaban exóticas
aves.
Cabe
destacar que dentro de los muros del Palacio se gestó un hecho trascendental
para nuestro país: la Organización Nacional, y se firmaron tratados
internacionales de gran envergadura para la Historia Argentina.
El Sótano de los
Quesos
Puerto
de Colón, (3280) , Colón, Entre Ríos
Un
lugar perfecto para los amantes de las picadas. Allí, además de mirar el río
desde una mesa, se puede disfrutar de sabores increíbles.
El
Sótano de los Quesos - Colón
En
la zona del puerto de Colón puede apreciarse a simple vista la historia de esta
coqueta ciudad que se recuesta a orillas del arenoso río Uruguay. Entre las
viejas edificaciones aparece una que fuera casa de familia y comercio al mismo
tiempo, y es allí donde hoy se ubica El Sótano de los Quesos.
Este
edificio fue construido en el año 1876 y desde ese entonces tuvo distintas
dueños, pero sus propietarios más recordados fueron los integrantes de la
familia Bernasconi, una de las más tradicionales de la ciudad.
Por
aquellos tiempos, la parte ubicada sobre la esquina de calle Peyret se
utilizaba como almacén de ramos generales y abastecía de provisiones a los
barcos que amarraban en el puerto.
En
esos años, la vida portuaria era intensa y este puerto era uno de los más
importantes del río Uruguay y la vía de comunicación con los lugares más
inaccesibles de la provincia de Entre Ríos.
Del
otro lado de la esquina, se encontraba la casa de familia, justo frente al
muelle. De esta casa eran inigualables sus bellas flores, cuidadas con esmero
por las mujeres, y un balcón que tenía unas vistas espectaculares del río
Uruguay y de todo lo que este traía.
El
sótano era el lugar donde se guardaban las mercaderías, fuente de stock
permanente incluso en los momentos en que escaseaban distintos productos
fundamentales.
La
construcción del sótano se realizó con piedra, como en todos los edificios del
período fundacional, mientras que para el resto de la edificación se empleó
ladrillo y tejas francesas.
Hoy,
el sótano abarca toda la superficie de la propiedad, que posee también un
extenso patio con vista al río, donde se han instalado mesas y sombrillas, que
rápidamente son ocupadas tanto al mediodía como durante las noches cálidas de
primavera y verano.
Desde
el año 1999, el Sótano de los Quesos ofrece la posibilidad de tomar contacto
con la producción regional de alimentos sanos, conocerlos y degustarlos, en un
lugar acondicionado con un estilo cálido, donde se exhiben elementos utilizados
en la colonia junto a los quesos, dulces, yogures, salames, licores, alfajores
y otras exquisiteces artesanales de zona.
Todo
en un marco de calidez que invita a quedarse por tiempo indeterminado.
muy buena información, hay bastante atractivos turísticos, para poder ver y disfrutar de un bonito viaje, y pasar unos días increíbles, para hospedarse nos tienen unas cabañas lindísimas, lo leí en este artículo https://cabañasencolonentrerios.com
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