sábado, 18 de abril de 2015

SAN PEDRO

SAN PEDRO


San Pedro, cuyo nombre completo es Rincón de San Pedro Dávila de los Arrecifes, es una ciudad y puerto de la provincia de Buenos Aires, Argentina, en la margen derecha del río Paraná junto a la desembocadura del río Arrecifes sobre el anterior río. Es la cabecera del partido de San Pedro. Se encuentra a 164 km de Buenos Aires y a 141 km de la ciudad de Rosario, ambos por la Autopista Buenos Aires - Rosario.

Visitas históricas y lugares de interés
Antiguas fachadas de edificios en el casco urbano.

Plaza Constitución donde se encuentra, la Iglesia Nuestra Señora del Socorro, de 1872, estilo italiano, interior con imágenes del siglo XVIII.

Centro Comercial y Peatonal
Sociedades Italianas y Españolas

Palacio Municipal, con su Museo Histórico Regional.
Museo Paleontológico.
Museo Fernando García Curten.
Centro de Interpretación Indígena "El Antigal"
Museo El Sueño del Tano
Museo Osvaldo "Pato" Morresi


Paseo Costanero y Miradores en la barranca
Vía Crucis
Almacen de Ramos Generales Dutra: creada en 1865 fue declarada por el Municipio como 'Lugar de Interés Histórico Local', aun conserva su apariencia y estilo 'Colonial'.

Lugar y Museo Histórico donde se libró la Batalla de la Vuelta de Obligado.


El balcón del río Paraná, la laguna San Pedro, Pje. Vuelta de Obligado y las islas del Delta
Bvar. Costanera


Plantaciones de Naranjales, Rosales y Duraznos por doquier.
Excursiones Rurales
Clubes náuticos
Balnearios

Excursiones de pesca por el Paraná y las islas
Museo Paleontológico
Buque Museo Irigoyen
Parque Artístico y museo El Sueño del Tano

Productos típicos de la ciudad
Se destaca por la producción frutal, siendo sus productos estrella, las naranjas, los camotes y los duraznos, en ese orden.


Otro producto típico de San Pedro es la ensaimada. De hecho, la ciudad ha sido declarada la Capital Nacional de la Ensaimada Argentina. La ensaimada, originaria de Mallorca, es un alimento de masa azucarada, fermentada y horneada, elaborada con harina de fuerza, agua, azúcar, huevos, masa madre y manteca de cerdo (que se denomina saïm en mallorquín, de allí el nombre). San Pedro cuenta con distintas colectividades siendo una de las de mayor presencia la mallorquina. De allí que la ciudad haya adoptado esta tradición como propia.

Nacimiento del pueblo de San Pedro
San Pedro nació de a poco, sin un hito que marcara en forma precisa el acontecimiento, a diferencia de otros pueblos donde un Pregón, el Acta de certificación de la tradicional ceremonia de Emplazamiento del Rollo Fundacional, la erección del Cabildo y otros rituales tradicionales marcaban la instalación de la nueva población.
En el antiguo Pago de los Arrecifes - tal como se lo conocía antes de finalizar el Siglo XVII – el pueblo se fue formando en el Rincón de San Pedro Dávila de los Arrecifes, en la rinconada formada por el Río Arrecifes y el Paraná una extensa región de tierras bañadas por el río homónimo y sus afluentes.
La creación del Convento Franciscano
Merced Real del 26 de agosto de 1748.

En 1743, debido a las condiciones precarias en que se encontraban los Presbíteros y Sacerdotes del lugar, el Cura de los Arrecifes Presbítero Francisco Antonio Goicochea, propuso la construcción de un Convento con el fin de atender y ayudar a los vecinos y residentes en el Paraje, donando con este fin tierras de su propiedad y dinero en efectivo.
La autorización pertinente fue concedida por el Rey Fernando VI mediante Real Cédula que firmó en El Buen Retiro el 26 de agosto de 1748. Esta fecha se ha tomado como precedente del inicio del Pueblo, puesto que alrededor del Convento comenzaron a agruparse las primeras construcciones que dieron nacimiento a la incipiente Villa.
En 1750, comenzó la construcción del Convento Recoleto de Franciscanos cuya conclusión demoró diez años, recurriéndose para ello al pedido de limosnas en el centro de riquezas por aquellas épocas: la región del Alto Perú.
Nuestra Señora del Socorro llega a San Pedro
Para obtener la ayuda necesaria, fue comisionado Fray Alonso del Pozo; a su regreso en 1762, trajo una importante suma de dinero y una imagen de Nuestra Señora del Socorro, que le donaron en Oruro - actual Bolivia – para que fuese declarada Patrona del Pueblo.
Desde aquellas lejanas épocas, la Virgencita rige la vida sampedrina instalada en su elevado trono dentro del hermoso Templo que lleva su nombre; el 8 de septiembre de cada año, pasea su antiguo linaje por las calles de San Pedro en pública procesión
 Antiguo Convento Franciscano, Sede Gubernamental
El Convento fue el núcleo inicial del poblado virreinal; su mantenimiento era atendido por los propios Franciscanos, que fabricaban sus ladrillos y tejas. Las reformas del Presidente Rivadavia originaron el desalojo de los monjes y su retiro del pueblo, salvo el que estaba al frente de la Iglesia.
La administración del Estado se instaló en las diversas salas del edificio, utilizado para el Juzgado de Paz, la Escuela de Primeras Letras que allí permaneció hasta principios de 1860 cuando fue trasladada a la casa de Doña María del Corazón Jesús Quiroga Fernández, hija del General Juan Facundo Quiroga.
El edificio fue refaccionado por las autoridades locales, pero su estado de conservación aconsejó a los Municipales la consideración de construir un edificio adecuado que sirviese para Sede Municipal.
Con la designación del primer Intendente Municipal Don Máximo Millán, éste impulsó la decisión, enviando al Honorable Concejo Deliberante en 1888 “un croquis del plan del edificio municipal que se proyectaba construir”, confeccionado por el Ingeniero Arquitecto Municipal Sr. J. Nordman.
El 12 de noviembre de 1888 - con la presencia de los Mayores Contribuyentes - se trató y aprobó la obra y su presupuesto, incluyéndose la instalación de un reloj en la torre del edificio, con un cuadrante de un metro y medio de diámetro.
La nueva Sede Municipal, de estilo clásico y elegante quedó habilitada al uso público en el año 1892; fue construida en el predio que ocupaba el antiguo Convento el que fue derruido, perdiéndose para siempre un testimonio histórico de notable valor.
Durante su desempeño, el Comisionado Municipal Don Eduardo González Bonorino (1900 a 1905) impulsó iniciativas progresistas que cambiaron el aspecto del pueblo. Remodeló el Palacio e impulsó la terminación del Salón Dorado, ámbito destinado a los grandes acontecimientos y posteriormente, asiento de las sesiones públicas del Honorable Concejo Deliberante.
El Salón continúa siendo la sede predilecta para los actos importantes de la Comunidad, aunque sus dimensiones actualmente resultan demasiado limitadas.
Las antiguas arañas de bronce instaladas en aquella época, iluminan el ámbito y en las paredes los apliques de más reciente colocación, realzan las pinturas murales, las escenas, escudos y alegorías pintadas en la bóveda del techo; un antiguo espejo de cristal con marco dorado traído de Francia, domina en su pared Sud y junto a él, un piano de cola aguarda el próximo concierto.

Atendiendo la presentación interior del Palacio, se adquirieron alfombras y cortinados en la tienda “San Miguel” de Elías Romero y Cía en la Ciudad de Buenos Aires. Además se construyeron las veredas del sector S.O. y N.E., el piso de la galería, patio y cuadra de la Comisaría de Policía, que estaba ubicada en el mismo edificio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario