Estancia "Las Armas"
Una Estancia ubicada muy cerca del Casco
histórico de la Ciudad de Maipú que ofrece un paisaje natural y la serenidad
del campo para realizar eventos sociales, culturales y empresariales
disfrutando un día de campo al aire libre.
Un inmenso parque, todas las comodidades y el mejor servicio para las más diversas actividades.
Un inmenso parque, todas las comodidades y el mejor servicio para las más diversas actividades.
La estancia Las Armas, es un viejo poblamiento del
Partido de Ayacucho, ubicada en el deslinde de los Partidos de Mar Chiquita y
Maipú, cuando estas jurisdicciones no existían. Inicialmente, la posesión que
originó este establecimiento abarcaba 13 leguas cuadradas en el antiguo partido
de Tandil.
Era un terreno de forma rectangular adjudicado en
condominio a Manuel Ortiz Basualdo y Mariano Miró quienes formaron una estancia
para la cría del ganado mayor.
La llamaron “Pozo del Fuego”, porque su caserío fue
levantado junto a la laguna del mismo nombre ubicada en el área del campo.
Alrededor de 1862 esta propiedad se dividió en tres secciones paralelas, una de
las cuales fue vendida a Benjamín Zubiaurre, importante ganadero que ya estaba
establecido en la región. La parte central con las instalaciones primigenias y
la laguna del Pozo del Fuego quedó para Mariano Miró y la otra división para
Manuel Ortiz Basualdo, quien hizo su propia estancia.
Ésta se llamó “Las Armas”, nombre de otra laguna
que había en el área de la gran propiedad. El origen de este toponímico se
refiere a un enterratorio de armas descubierto en una de sus orillas, cuyas
características datan del siglo 19.
En la estancia Las Armas se levantó una
residencia palaciega de estilo anglo-normando, inspirada en los bellos
castillos de Loira. Tenía dos plantas, con grandes cuerpos rectangulares y
cilíndricos rematados en torres, una de las cuales se elevaba por encima del
conjunto, ya que la irregularidad de los volúmenes era una de las
características del estilo, grandes techos con mansardas, paredes color carmín
con frisos blancos y un señorial pórtico le daban cierto toque de fantasía y
efecto de grandiosidad.
El Dr. Samuel Ortiz Basualdo y su esposa
Magdalena Castro que cuidaron y disfrutaron esta mansión rural en la más
opulenta época Argentina, tuvieron también la fatalidad de verla destruida,
pues un gran incendio la quemó totalmente dejando caer los techos y buena parte
de las paredes. Así fue como se reconstruyó, se modernizaron sus interiores y
se le dio otra línea arquitectónica más sobria y rectangular. Hoy se la puede
ver igualmente elegante, alta, pues conserva sus dos pisos originales y un
remate de techados rojos. En el centro del pórtico aún está el antiguo
cañoncito, una de las piezas del lote desenterrado de una de las orillas de la
laguna. Sólo algunos detalles recuerdan el estilo pintoresco de la época
anterior, quizás más en el parque que en la propia casa.
Detrás de la residencia, entre las casas de
servicio se salvó del incendio una edificación destinada a cochera y otros usos
domésticos. Está diseñada en el estilo pictórico que acompañaba la imagen alegre
de la casa principal, con dos pisos, paredes rojizas con frisos blancos y
techados grises.
Samuel Ortiz Basualdo falleció en 1945 y treinta y
tres años después, muy anciana, desapareció Doña Magdalena Castro, quedando
esta estancia con 2.000 has, para su hijo Manuel Ortiz Basualdo, ya fallecido,
casado con María Teresa Canale, quienes tuvieron tres hijos; Samuel, Manuel y
María Teresa, la quinta generación dueña de estas tierras, jóvenes estancieros
con profunda vocación y cariño por las cosas del campo.
FUENTE: Historia de estancia Las Armas por Yuyú
Guzmán